Señor del mirador Portales

En más de una vez de mis subidas y bajadas por el cerro Barón me he topado con un señor particular. Siempre se encuentra en el Mirador del cerro de nombre Portales. Recuerdo que la primera vez que lo vi fijé un poco mi mirada ya que me pareció conocido a alguien famoso y además me llamó la atención un cúmulo de libros en sus manos. Estuve todo el tramo que me quedaba de bajar el cerro preguntándome ¿quién es?, y de rebote respondiéndome "yo lo he visto en alguna parte". Bueno, después de unos días en mi andar por librerías lo encontré. La persona famosa que mi memoria buscaba sin éxito era Jodorowsky, junto con encontrar el nombre también me di cuenta que aquél señor no era el escritor.

En una segunda ocasión me topé con el señor nuevamente en el Mirador, estaba en una de las esquinas de éste nuevamente con una pila de libros, y no pude aguantar la tentación de fijarme más en él, debía sellar mi duda por completo. Por un momento me sentí conectada con él, disfrute del paisaje que me regala Valparaíso con su brazo de cerros habitados por miles de casas que, desde donde yo me encontraba, parecen saquitos de papas; abajo en la avenida principal está el muelle Barón y la hermosa Católica de Vaparaíso y el mar, el inmeso mar que en aquella ocasión parecía una pista de hielo, sin olas, plana, lisa, si hasta los barcos parecían que estaban pintados. No pude dejar de hacer un paralelo con los dibujos que hacía en la escuela sobre mar, así mismito parecía este. Bueno, el señor también estaba allí miraba a alguna parte de Valparaíso, exteriormente hablando por supuesto, quién sabe dónde estaban sus pensamientos.

Esta semana venía nuevamente bajando el cerro y en una de las sillas estaba el señor, no pude evitar de mirarlo y a centímetros de preguntarle ¿es usted jodorowsky? . Lo miré detalladamente y descarte mi duda, sin embargo, pude observar que leía sobre grafología y astrología y definitivamente me encantó casi lo saludo, pero a cambio le sonreí y el me miró y también hubo un gesto en su cara. Con mi mente le dije adiós, ahora entiendo porque usted me llamaba la atención, disfrute del paisaje.