
Pego fuerte en el cemento, el dolor en mis pies no quitan el hielo que siento y , sin embargo, en esos momentos pienso: ojalá me quedara congelada allí, sin que nada ni nadie me moviera, ojalá el tiempo se congelara...
1) En el asiento del metrotren miro el reflejo, pero con la oscuridad de afuera no encuentro nada; en cinco segundos me hundo en un rectángulo con vólumen de letras, de imágenes (éstas sólo en mi mente). Puedo viajar una eternidad asi, el tiempo no se siente, los sentimientos son ajenos, me siento elemental.
Miles de pies, zapatos, zapatillas ¿son hormigas? lo paracen. Santiago me hace decir: Bienvenida realidad y todo acaba.
2) La semana más corta fué la más larga y agobiante, el día más relajante del semestre se convirtió en una estúpida discusión de quién es quien sabe más y lejos de toda humanidad, o mejor dicho, rebozante de ella, ahora lo humano significa dolor al otro.
3) Noches, que digo noches!! para mi eran días completos; entro a trabajar se supone que a las 9:00 hasta me pasaron llaves de la oficina, pero mi día acababa de terminar hace unas dos o tres horas atrás ¿qué ganas o mejor dicho, qué fuerzas me van a levantar temprano? ni la tele ni celular sirven, resumiéndo, entro a las 10.
Que subo, que bajo escalera, que ando pa' allá que pa'ca, que tengo que ir a los cursos (obviamente en esas situaciones uno distrae la mente), que grabate esto, que revisa aquéllo, tengo que soportar a personas non gratas que no aceptan que les discutan sus conocimientos, que tabula cuestionarios, que analiza cuestionarios, que llego a estudiar: la didáctica (que en teoría no tiene nada de su nombre) , que Brousseau, que Vergnaud, Chevallar, Godino...... en fin me nombran eso y quedo trauma.
Lo que sí puedo concluir y hablando muy en serio, me he dado cuenta que no sé nada, sería bueno citar la frase: Sólo sé que nada sé. Aaaa y también que no sé redactar.